A través de mis investigaciones genealógicas,
me constaba que tenía antepasados
Barnoya, de la ciudad de Girona, familia
que, como otros, iba dejando para
estudiar más adelante. Hace unos meses,
casualmente, navegando distraídamente
por internet, me sumergí en una página
donde se entrevistaba al notable urólogo
guatemalteco José Barnoya, de mote “el
sordo”. Sin perder tiempo me puse en contacto
con él, resultó que proveníamos de
los mismos tatarabuelos. Por motivos profesionales,
pocos días después venía a
Barcelona su hijo, el joven y dinámico cardiólogo
Joaquín Barnoya, con quien compartí
una agradable comida, y me obsequió
el libro Fray Ignacio Barnoya, prócer
ignorado, editado en Guatemala en 1967.
Con todo, he podido conocer más esta
interesando familia, constatando de nuevo
que la genealogía aporta gratos momentos
y buenos amigos.
Los primeros Barnoya proceden de la
masía Barnoi, en Palafrugell, hoy inexistente,
documentado en 1355. Joan Barnoya
de Palafrugell, es mi primer antepasado
documentado, nacido hacia 1530. Un
descendiente suyo fue Anton, nacido en
1649. Parece que, antes, se habían establecido
en Camprodon. Anton pasó a vivir
en Girona, donde se examinó de maestro
carpintero y fue miembro de la Bolsa de
los carpinteros en 1695, empezando una
raigambre de conocidos artistas. Entre
otros, fue el autor del retablo de la Virgen
del santuario de Nuestra Señora del Coll
y del retablo del Sant Crist, de Verges, contratado
el 8.12.1693 –que según los documentos,
se tenía que construir en 4 meses,
por el precio de 25 dobles– hoy desgraciadamente
desaparecido.
Su hijo, Marian Barnoya Costa y su nieto,
Josep Barnoya Rius, le siguieron los pasos
como escultores de retablos sacros, en
muchas poblaciones de Girona. Josep talló
la imagen policromada de la Virgen de
Montserrat, que tenía en su casa, en la
calle de los Calderers, de Gerona, que era
llevada cada 26 de abril hasta el altar
mayor de la iglesia de Sant Feliu, en pobladas
procesiones.
Este Josep Barnoya Rius tuvo diez hijos,
entre los cuales mi tatarabuela en sexto
grado, Narcisa Barnoya Vinyals, madre de
Pere Viader Barnoya, confitero, que se fue
a vivir en Sant Feliu de Guíxols, de donde
viene parte de mi familia materna.
Otro de sus hijos, Josep Barnoya Vinyals,
nacido en Girona en 1752, fue profesor de
escultura y arquitecto y el Rey le nombró
“sobrestant major” de la plaza de Girona,
con sueldo de 20 reales diarios; se ahogó
en 1829 en una inundación en Hostalric,
donde dirigía unas obras de fortificación.
Josep y Teresa Homs Cors, natural ésta
de Blanes (Girona) casados, en 1774,
tuvieron nueve hijos, de los cuales destacaremos
tres: el más pequeño fue Ignasi
Barnoya i Homs que nació en Girona en
1792 y profesó como dominico, luchó en
la defensa de la ciudad y fue capturado y
deportado por el ejército francés, se fué
a México, donde se ordenó sacerdote en
Mérida, Yucatán, en 1815. Aquellos años
este país hervía con el fin de instaurar la
independencia, Fray Ignasi participó activamente
en su favor, firmando en 1821 los
“Pliegos de Chiapas”, provincia que entonces
se debatía entre Guatemala y México,
país en el que Chiapas se quedó finalmente.
Muy decepcionado, Ignasi se fue a Guatemala
en 1825 y se naturalizó el 1829.
Fue asignado como rector en diversos
lugares y participó en algunas insurrecciones
políticas, siempre a favor del pueblo.
Compró la finca Chamantulul, productora
de cacao y café con el fin de dar trabajo
a los indígenas. En 1855 pide al obispo que
le haga sacerdote secular, lo que le fue
concedido por Pío IX. Finalmente, dirigió
la rectoría de Alotenango, desde 1860 hasta
1863, donde murió. En la ciudad de Girona
tiene dedicada una plaza.
Isidre Barnoya Homs fue militar, fusilado
en 1835, en Vilanna (Girona) durante las
guerras carlistas. Su hijo, Francesc Barnoya
Rosselló, nació este mismo año 1835
en Calella (Barcelona). Huérfano, se marchó
a la Habana donde se dedicó al
comercio y se trasladó en 1848 a Guatemala,
siguiendo el camino de su tío Fray
Ignasi, donde murió en 1901. Fue apoderado
general del presidente de Guatemala,
Manuel Lisandro Barillas. Francesc se
casó con Inés Guzmán, hija de un coronel
local. De ellos son descendientes los
Barnoya guatemaltecos, a los cuales me
he referido anteriormente.
Lluís Barnoya Homs nació en 1780, defendió
Girona de los asedios, fue concejal de
la ciudad, geómetra y agrimensor. Participó
asiduamente en los trabajos de nivelación,
mediciones y levantamiento de planos
del río Ter. Su hijo Bru Barnoya Xiberta
fue nombrado arquitecto titular de la ciudad
de Girona en 1842, participando activamente
en los trabajos relacionados con
las desamortizaciones y ostentando numerosos
cargos provinciales, hasta su muerte
en 1888.
Bru Barnoya y su mujer Rosa Matllo Amatller
fueron padres de Lluís Barnoya Matllo,
primer ingeniero industrial titulado en
España en 1857, dedicando su vida profesional
a los ferrocarriles. Por motivos
laborales, residió en diversos lugares,
casándose con Elena de Berroeta y Bengoa,
natural de Vergara, en el País Vasco.
Parte de su descendencia vive ahora en
Madrid, donde conservan la mencionada
talla de la Virgen de Montserrat.
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